jueves, 22 de diciembre de 2016

¿Vivirá, Doctor?

Quizá sea por las fechas, porque estamos en Navidad y es tiempo de nostalgia y pesimismo cuando otros viven felicidad e ilusión. Quizá sea porque servidor vive en el pesimismo constante y en la seguridad de que debemos esperar lo peor para evitar decepciones o quizá simplemente sea que soy un cafre. Este tiempo de reflexión tras la Másters ha hecho que me plantee el futuro de todo esto que hemos (y estamos) construyendo.

En el último año hemos visto muchas cosas en el Jugger, algunas buenas y otras que no lo son tanto. Sobre las que no lo son tanto, quiero hacer especial referencia a los equipos que desaparecen o decaen al extremo. Estoy seguro que hay que atender al caso concreto para analizar las causas de ello, pero me preocupa que se extienda esta epidemia de abandonos de jugadores y equipos. No nos malentendamos, deportivamente e incluso, en ocasiones, personalmente, he disfrutado de alguna que otra situación concreta, pero hoy me apetecía pensar un poquito más en el Jugger y un poquito menos en mpp mi mismo. Es muy difícil que la desaparición de un equipo tenga buenas consecuencias para el Jugger y durante los últimos tiempos hemos conocido varios casos que han dado que pensar mucho. 

Evidentemente, seguro que hay equipos que no nombre ahora y alguno de los que nombre me dirá "no estamos muertos del todo", pero hay algunos claros y evidentes. Hablo de casos como el de Valar Morghulis, que el año pasado jugó la Másters y estaba cogiendo peso en el panorama nacional. Hablo de Overlords, el mítico Overlords (para mi gusto, la pérdida que más debemos lamentar, por razones que ahora comentaré). Hablo de Ciponejos,  los míticos Ciponejos, que desconozco lo que pasa con ellos, pero he escuchado que se disuelven. Hablo también, de una forma más local, de Team Hunter...son muchos equipos y es mucha gente. Demasiada.

Quizá el tema de Valar es el que más lejano me pilla, pero nunca interesa a la competitividad que desaparezca un equipo emergente, especialmente a la competitividad del norte, que creo que necesita uno o dos equipos en el top 10.

La situación de Overlords, aunque se veía venir, ha traído más consecuencias de las que parece, bajo mi punto de vista, al Jugger en general y, en particular, al Jugger valenciano. Cuando tienes la suerte de tener un núcleo compacto en el que los entrenamientos son colectivos, es decir, compartidos por todos o la mayoría de equipos del núcleo, o cuando tienes una competición regional común, suele suceder que se produce una simbiosis entre dos o más equipos. Surge una rivalidad y se enzarzan en una competición interna por ver quién supera al otro. Para muestra, varios botones: la dualidad MF-Ninjas, en la que en algún momento llegó a asomar Desertores. Los FDK-Overlords, con Black Dragons por enmedio en algún momento. Ese triángulo del Barnés, con Tercios, Verracos y Cipos que ha hecho progresar a otros como Pollos, Hunters, Garres... El madrileño caso del Meister-Spuggers, que creo que ha sostenido mucho tiempo el Jugger allí...son casos muy evidentes de que la rivalidad, sana o no, tiene muchos beneficios. 

Creo, y no soy el único que lo piensa, que la desaparición de Overlords tiene mucho que ver con lo visto en FDK esta Másters, además de las lesiones. La falta de un rival que te ponga nervioso, que notes su aliento en la nuca en los partidos, al que te cuesta ganar...produce relajación e incluso desmotivación.

Aquí en can Midnight, por suerte, no tenemos que lamentar prácticamente consecuencias de desapariciones así. De hecho, creo que esta transición que ha tenido Ninjas el último año ha servido para calmar las aguas, que llegaron a estar realmente revueltas. Lo cierto es que tenemos mucho que agradecer a la Liga de Levante.

A pesar de que nosotros tenemos que agradecerlo, creo que ha supuesto un retroceso en cuanto a número de jugadores y estabilidad en Alicante. La Levante, por sus propias características, es un torneo pensado por y para equipos consolidados, con lo cual hay una ausencia de un torneo más estable y local, que no requiera desplazamientos tan largos. En tiempos de la Liga Alicantina surgían equipos nuevos que se apuntaban, se llegaron a hacer dos divisiones y se jugaba prácticamente todas las semanas, lo cual centralizaba un poco más todo y contribuía a estabilizar y consolidar el núcleo. A día de hoy, eso no sucede. Los equipos nuevos carecen de esa motivación de tener buenos resultados en una liga pequeña sin grandes (y costosos) desplazamientos. Esto puede ser lo que ha podido hacer mucho daño a equipos como Team Hunter, que prometía bastante más de lo que ha resultado al final. Una lástima.

Sobre la gestión de las plantillas y la política de frees ya hemos hablado y no merece la pena ni comentar sobre el tema, así que no lo haré.

Lo que sí que haré es manifestar mi preocupación. Tengo la sensación de que nos estamos muriendo. Al mismo tiempo que estamos trabajando más que nunca por llevarlo hacia adelante, da la sensación de que retrocede. Creo, sinceramente, que no nos estamos equivocando de camino, que esa imagen que algunos pretendemos dar del Jugger debe mantenerse, que la imagen que se daba antes no nos favorecía como deporte y que, a día de hoy, nos sigue lastrando mucho, al menos a algunos. 

También es cierto que cada vez hay más nuevos núcleos, que el Jugger ya está en ciudades enormes como Barcelona o Sevilla (de las que espero mucho en los próximos años). Que cada vez los nacionales tienen más equipos. Que esa bajada de nivel de los equipos grandes puede que responda a un relevo generacional. Quizá sea sólo una sensación, quizá sea sólo mi pesimismo. Quizá...

lunes, 12 de diciembre de 2016

Diciembre movidito

Algunos habréis echado en falta una entrada para la semana pasada, ya que hubo jornada de la Liga de Levante y esas cosas. No, no me he muerto lástima. Tampoco me he cansado de escribir eso nunca. Lo cierto es que no he tenido mucho tiempo esta semana que acabó ayer, ya que formaba parte de la organización del torneo más tocho del Jugger: La Masters Cup.

Este año tenía la especial característica de, según el Modelo de Competición de Lume de la FEJ, decidía al campeón de España, con lo cual podría entenderse como el objetivo final de la temporada.

Antes de hablar de la Masters, os resumiré en unas pocas frases la última jornada de liga: Lluvia, mucha lluvia. Verracos, muchos Verracos. Pollos, muchos Pollos. Ya. Quedamos cuartos después de ganar a Verracos en el suizo (y luego perder en semifinales) y empatar (oh, vaya) con Pollos en el suizo para luego perder en el 3er y 4º puesto. La verdad, empezamos jugando bien y terminamos jugando como la mierda

En cuanto a la Masters, llegábamos con esa mala experiencia de los últimos partidos jugados y una actitud que, creo, no nos favorecía en nada. Los dos primeros partidos, la verdad, no podría explicar los motivos de las sendas derrotas más allá que fueron partidos en los que un equipo jugaba para ganar (Verracos y Garres) y el otro para no perder (nosotros). El Jugger es un estado de ánimo, ha sido la definición de Hugo (Pollos) sobre este torneo, y qué razón tiene.

A pesar de la sensación de haber jugado como el ojete fatal, las derrotas no fueron especialmente abultadas. No recuerdo exactamente, pero anduvieron en torno a 2-3 puntos de diferencia. Viéndolo con perspectiva, o bien no jugamos tan mal o bien era momento de usar la frase de Laporta: AL LORO, QUE NO ESTAMOS TAN MAL, HOMBRE.

Llegamos al partido de Feedbacks, al menos yo, pensando que, de seguir así, no íbamos a ganar ni un partido en todo el torneo. Por suerte, por vicisitudes del destino, porque deus vult tenía que meterlo de alguna forma, despertamos en ese momento. Creo que fue un 11-0, muy contundente. Se puede decir que pagaron el pato de la bestia que se ha despertado con hambre y de muy mala leche.

Los siguientes que sufrieron la mala leche de esa bestia fueron los Pollos. Nos pusimos muy por delante desde el principio y luego fue simplemente tratar de mantener la renta hasta el final. En este momento fue cuando llegó Víctor Hugo de su clase dominical (sí, es así de guay, tiene clases los domingos). Él asegura que despertamos gracias a él, que pone muy nervioso a Kevin, se enfada y les pega a los demás niños con su cadena de 3 metros.

En cuartos de final nos esperaba Juggermeister con el refuerzo de Ronin. He de decir que Meister con Ronin me daba bastante respeto, porque me parecía darle una pistola a Bambi, casi literalmente, pero el partido me quitó la razón. Nuevamente sacamos a la palestra nuestra condición de counter de Meister y ganamos creo que 6-1 o así. Siempre salgo maravillado de cómo jugamos contra ellos, la verdad.

Sin la presión interna de tener que igualar el resultado de la última edición (fuimos cuartos), llegó el momento de enfrentarse con los fantasmas del pasado. El resto del equipo se enfrentaba a los fantasmas de los dos últimos partidos contra Verracos. Yo, además, me enfrentaba a mis propios fantasmas adicionales. Cierto es que el rival no era el mismo, pero el escenario me recordaba muchísimo a la última edición. La maldita última edición.

Suerte que ni el rival ni un servidor éramos o parecíamos ser los mismos. El equipo estuvo al nivel que se esperaba, incluso algo superior. Yo, al menos, no la cagué, que ya es bastante. 

Con la victoria terminaba mi torneo, ya que al ser 9 uno de los qwikers se tenía que quedar fuera del partido siguiente qué ganas tengo de que se apruebe el nuevo reglamento. Perdimos 10-4 sin poder realmente hacer demasiado. Da la impresión de que sólo tenemos oportunidad de ganar a Tercios en uno de cada cinco o diez partidos y no termino de encontrar la razón. Seguiremos investigando.

En un plano personal, me he llevado muchas cosas que pensar a casa en este torneo. La primera es que el Jugger tiene cosas maravillosas y que hay que devolver siempre todo, tanto lo bueno como lo malo. El año pasado, en el peor momento que creo que hemos vivido como equipo, cuando peor estábamos todos, sobre todo los corredores, hubo ciertos detalles de mucha gente que me marcaron bastante y que no se olvidan. Creo que lo comenté ya en su momento, pero la actitud de los FDK al terminar el último partido me pareció lo más deportivo que he visto yo en el campo. El ver a un rival derrotado en todos los aspectos y pasar de celebrar a tratar de animarlo...esas cosas hay que devolvérselas al Jugger de alguna manera. Tuve la ocasión de hacerlo antes de la otra semifinal y después del 3r y 4º puesto con algún jugador de el equipo anteriormente conocido como Ninjas Almoradí, aunque no  les hubiese ganado yo ese partido, pero creo que era algo que debía hacer en aquel momento. No todo va a ser rajar.