Quizá sea por las fechas, porque estamos en Navidad y es tiempo de nostalgia y pesimismo cuando otros viven felicidad e ilusión. Quizá sea porque servidor vive en el pesimismo constante y en la seguridad de que debemos esperar lo peor para evitar decepciones o quizá simplemente sea que soy un cafre. Este tiempo de reflexión tras la Másters ha hecho que me plantee el futuro de todo esto que hemos (y estamos) construyendo.
En el último año hemos visto muchas cosas en el Jugger, algunas buenas y otras que no lo son tanto. Sobre las que no lo son tanto, quiero hacer especial referencia a los equipos que desaparecen o decaen al extremo. Estoy seguro que hay que atender al caso concreto para analizar las causas de ello, pero me preocupa que se extienda esta epidemia de abandonos de jugadores y equipos. No nos malentendamos, deportivamente e incluso, en ocasiones, personalmente, he disfrutado de alguna que otra situación concreta, pero hoy me apetecía pensar un poquito más en el Jugger y un poquito menos en mpp mi mismo. Es muy difícil que la desaparición de un equipo tenga buenas consecuencias para el Jugger y durante los últimos tiempos hemos conocido varios casos que han dado que pensar mucho.
Evidentemente, seguro que hay equipos que no nombre ahora y alguno de los que nombre me dirá "no estamos muertos del todo", pero hay algunos claros y evidentes. Hablo de casos como el de Valar Morghulis, que el año pasado jugó la Másters y estaba cogiendo peso en el panorama nacional. Hablo de Overlords, el mítico Overlords (para mi gusto, la pérdida que más debemos lamentar, por razones que ahora comentaré). Hablo de Ciponejos, los míticos Ciponejos, que desconozco lo que pasa con ellos, pero he escuchado que se disuelven. Hablo también, de una forma más local, de Team Hunter...son muchos equipos y es mucha gente. Demasiada.
Quizá el tema de Valar es el que más lejano me pilla, pero nunca interesa a la competitividad que desaparezca un equipo emergente, especialmente a la competitividad del norte, que creo que necesita uno o dos equipos en el top 10.
La situación de Overlords, aunque se veía venir, ha traído más consecuencias de las que parece, bajo mi punto de vista, al Jugger en general y, en particular, al Jugger valenciano. Cuando tienes la suerte de tener un núcleo compacto en el que los entrenamientos son colectivos, es decir, compartidos por todos o la mayoría de equipos del núcleo, o cuando tienes una competición regional común, suele suceder que se produce una simbiosis entre dos o más equipos. Surge una rivalidad y se enzarzan en una competición interna por ver quién supera al otro. Para muestra, varios botones: la dualidad MF-Ninjas, en la que en algún momento llegó a asomar Desertores. Los FDK-Overlords, con Black Dragons por enmedio en algún momento. Ese triángulo del Barnés, con Tercios, Verracos y Cipos que ha hecho progresar a otros como Pollos, Hunters, Garres... El madrileño caso del Meister-Spuggers, que creo que ha sostenido mucho tiempo el Jugger allí...son casos muy evidentes de que la rivalidad, sana o no, tiene muchos beneficios.
Creo, y no soy el único que lo piensa, que la desaparición de Overlords tiene mucho que ver con lo visto en FDK esta Másters, además de las lesiones. La falta de un rival que te ponga nervioso, que notes su aliento en la nuca en los partidos, al que te cuesta ganar...produce relajación e incluso desmotivación.
Aquí en can Midnight, por suerte, no tenemos que lamentar prácticamente consecuencias de desapariciones así. De hecho, creo que esta transición que ha tenido Ninjas el último año ha servido para calmar las aguas, que llegaron a estar realmente revueltas. Lo cierto es que tenemos mucho que agradecer a la Liga de Levante.
A pesar de que nosotros tenemos que agradecerlo, creo que ha supuesto un retroceso en cuanto a número de jugadores y estabilidad en Alicante. La Levante, por sus propias características, es un torneo pensado por y para equipos consolidados, con lo cual hay una ausencia de un torneo más estable y local, que no requiera desplazamientos tan largos. En tiempos de la Liga Alicantina surgían equipos nuevos que se apuntaban, se llegaron a hacer dos divisiones y se jugaba prácticamente todas las semanas, lo cual centralizaba un poco más todo y contribuía a estabilizar y consolidar el núcleo. A día de hoy, eso no sucede. Los equipos nuevos carecen de esa motivación de tener buenos resultados en una liga pequeña sin grandes (y costosos) desplazamientos. Esto puede ser lo que ha podido hacer mucho daño a equipos como Team Hunter, que prometía bastante más de lo que ha resultado al final. Una lástima.
Sobre la gestión de las plantillas y la política de frees ya hemos hablado y no merece la pena ni comentar sobre el tema, así que no lo haré.
Lo que sí que haré es manifestar mi preocupación. Tengo la sensación de que nos estamos muriendo. Al mismo tiempo que estamos trabajando más que nunca por llevarlo hacia adelante, da la sensación de que retrocede. Creo, sinceramente, que no nos estamos equivocando de camino, que esa imagen que algunos pretendemos dar del Jugger debe mantenerse, que la imagen que se daba antes no nos favorecía como deporte y que, a día de hoy, nos sigue lastrando mucho, al menos a algunos.
También es cierto que cada vez hay más nuevos núcleos, que el Jugger ya está en ciudades enormes como Barcelona o Sevilla (de las que espero mucho en los próximos años). Que cada vez los nacionales tienen más equipos. Que esa bajada de nivel de los equipos grandes puede que responda a un relevo generacional. Quizá sea sólo una sensación, quizá sea sólo mi pesimismo. Quizá...