¡Qué pasa, familia! Hoy hemos contado un viaje a Alemania, estos son los pasos que hemos seguido...vale, paro ya con la broma del acento del de Bricomanía, pero no se me ocurre mejor manera de introducir la entrada sobre el DM que ésta.
Muy al hilo de lo que escribía en mi última entrada (XD), tanto Luchi como yo jugamos con Magnethopollos el Deutsche Meisterschaft que se disputó los pasados días 3 y 4 de septiembre, aunque en realidad pisamos tierras germanas desde el martes anterior y hasta el martes pasado. Ahora es cuando todos me llamaréis hipócrita, adulterador de competiciones, mercenario hijueputa...bien, gracias. Simplemente diré que mientras que con la diestra me aprovecho del vacío, con la siniestra busco rellenarlo. Seguimos.
Lo cierto es que desde aquel primer primer partido que vi en Youtube cuando Cristian me habló del Jugger, un Rigor Mortis - Zonenkinder, siempre había querido viajar a lo que consideraba la cuna del Jugger y enfrentarme a ella en su totalidad, de modo que aproveché la primera oportunidad que tuve, en este caso los Pollos. Quizá esas altas expectativas son el motivo de mi especial decepción, de la que es fruto esta entrada.
Sobre el viaje...el que quiera saber detalles, que los pregunte. Fue un descojone constante y no tengo mucho más que añadir sobre esto. Aquí hemos venido a rajar.
Llegamos al torneo con sensaciones mezcladas. Por un lado teníamos la presión de igualar o superar el segundo puesto conseguido el año anterior y por otro la incertidumbre de cómo funcionaríamos los Midnight en la máquina roja. Los resultados fueron bastante buenos, con un gran sábado en el que no cedimos ningún partido, conseguimos ganar a Rigor Mortis 2 e imponernos a Falco Jugger en el cruce de octavos de final. El sorpresivo cruce de octavos de final. Sí, el sábado. Lo se.
La dificultad del torneo iba creciendo conforme avanzaba el día, pero había varios denominadores comunes: las fullas y el arbitraje. Ya había sido prevenido por veteranos de torneos alemanes sobre ello, así que en un principio no me las tomé tan mal como esperaba. Simplemente es algo que pasa y contra lo que no puedes hacer nada. Aún a pesar de ello ganábamos, de modo que se podía dejar pasar. En cualquier caso, disfruté mucho el partido de Rigor 2 porque tuve la ocasión de jugar contra el primer qwiker que vi en un vídeo, eso siempre hace ilusión, aunque no pude enfrentarme directamente a él.
Desde un primer momento me di cuenta de las diferencias entre el juego alemán y el español y prácticamente en seguida me quedó claro que nosotros hacemos un deporte y ellos juegan a un juego. Sólo con esa frase ya me decanto por el estilo español, pero me gustaría hacer unos cuantos apuntes sobre lo que vi en el torneo. Para empezar, la ausencia total y absoluta de una penalización cuando se comete una infracción. Te dicen que es porque apenas se cometen, pero es la mayor mentira que me han dicho nunca. Se cometen A CASCOPORRO. La solución que le ponen a todo es la repetición de los puntos en los que se ha cometido alguna infracción que, a juicio del árbitro, haya interferido en el punto. Ese concepto nos lleva de nuevo a otro problema, la falta de objetividad a la hora de aplicar una normativa. Sinceramente, me esperaba más de esa supuesta mentalidad cuadriculada alemana en la que todo funciona perfectamente como si fuera por engranajes. Es cierto que el sistema español tiene algunas carencias, pero para lo visto, funciona como la seda en comparación.
Un sistema normativo con esas carencias es muy susceptible de ser aprovechado por cualquiera que pretenda hacerlo, de modo que cualquiera que quiera sacar punta de esos agujeros por los que hace aguas el Jugger, lo puede hacer fácilmente.
Todo esto ya venía pensándolo (y lo hablé con algunos compañeros de expedición española) antes de los cuartos de final, pero ese partido fue el culmen de todo lo que pensaba (y temía) que podía suceder. Un partido que, por lo visto, el año pasado fue parecido, aunque se saldó con victoria para Pollos, esta vez resultó en derrota. Una derrota que venía precedida de un bombardeo constante, en palabras de Hugo: "Nos han bombardeado todo el torneo hasta que han conseguido hundirnos". Os aseguro que la frase hace honor a la realidad. Durante todo el torneo sufrimos repeticiones de puntos de todos los colores y sabores. A modo de ejemplo, pondré una que sufrí en mis propias carnes: El otro corredor tira el jugg fuera del campo, unos dos metros. Servidor hace un gesto al base y saca un pie fuera del campo para poder coger el jugg de fuera y seguir con el punto, del que quedaban unas cinco piedras y que podía perfectamente ser punto nuestro. Cuando ya empezaba a esprintar para ello, el árbitro me para para decirme que me había salido del campo y repite el punto por ello. Ante mi explicación, que consistía en que "el jugg estaba fuera del campo y eso me permite salir a cogerlo", su respuesta fue que "no estaba lo suficientemente fuera". Ese es el nivel. Si en el reglamento alemán se incluye ese concepto de "suficientemente fuera", me parecería bastante mal. Si no, me parece que alguien no quería que marcásemos ese punto. Pues ese es el nivel y de ahí viene todo.
En total, en todo el torneo, calculamos unos quince puntos repetidos, prácticamente todos en contra. Comprendería que pueda haber alguna, dos, tres, en todo el torneo, pero no creo que haya jugado con un equipo tramposo. Y tengo las manos limpias cuando lo digo, he jugado mil veces contra Pollos y puede que alguna vez se les pueda haber escapado algo, alguna cuenta, algún golpe, pero para nada considero que sean un equipo sucio como para bajar a dos de ellos cada punto. En cualquier caso, yo tengo muy claro lo que vi en los partidos, el que me quiera creer, que lo haga y el que no, que vea los vídeos, si es que los suben.
Francamente, lo que vi me pareció una caza de brujas en toda regla. Esta visión quedó acrecentada cuando, ante la petición de Verracos tras ver nuestro partido de cuartos de final, la organización decidió que los arbitrajes se iban a mover de rama, esto es, que el equipo que esperaba en la siguiente ronda no arbitraría a los equipos que se disputan esa plaza, lo cual no sucedió en la ronda anterior. Sinceramente eso me parece de muy poquita seguridad jurídica y me sentó como si se hubieran dicho "Vale, ahora que hemos evitado otra final española, vamos a volver a hacer las cosas según la lógica". Quiero creer que esto no fue así, que se debió a un error organizativo, una casualidad o simplemente no pensaron en ese detalle, pero no me gustó un pelo lo que vi allí.
También hay que reconocer que nuestra actitud no fue del todo correcta en ese partido, que nos pusimos demasiado nerviosos, que nos sacaron de nuestras casillas y que entramos a su juego, donde acabaron por ganarnos. Siempre que se plantea un rival de estas características los consejos son los mismos: pega más fuerte, no entres a su juego o, si entras, haz las trampas mejor. Los toros se ven muy bien desde la barrera, pero hay que estar ahí para capear al miura. Si no puedes pegar fuerte porque te ponen un warning, si no puedes jugar más agresivo porque te amenazan por juego peligroso, si no sabes fullear...estás jodido.
En cualquier caso, caímos en cuartos de final. Quizá un resultado pobre para un equipo que venía de quedar segundo, con un equipo algo más potente, eso sí. De todos modos, fue un placer jugar con todos ellos, tal y como esperaba.
A nivel individual, para no perder la costumbre, sigo creciendo después de haber tocado fondo hace casi un año, tanto física como mentalmente. A pesar de haber tenido un agosto complicado con las secuelas de la Summer persiguiéndome hasta la semana antes del torneo, pude llegar bastante bien de físico y cada vez me voy encontrando más rápido, más ágil y más fuerte en el campo, lo cual, unido a la experiencia que ya tengo, hace que cada vez me encuentre mejor en el campo y me salgan más cosas. No es que tuviese un papel fundamental en el resultado de ningún partido (prácticamente todos los puntos en los que Felipe o yo hicimos alguna jugada buena fueron anulados), pero sí creo que se dio la talla.
Por último, me quedo con el detalle de Verracos y Sapos de estar ahí animando y aconsejando cuando la cosa estaba chunga. Estoy seguro de que el DM de Hipnosapos da también para otra entrada así y, en cuanto a Verracos, poco más que decir aparte de que ganaron el torneo muy merecidamente, que Álvaro cada día es más bueno, que Julio partía rivales como mantequilla, que Lobo está a un nivel inmenso y que hay poca gente en el Jugger español que mueva equipos como lo hace Bambi. Cuando tienes conjunciones así, es difícil que te ganen, incluso fulleando.
Desde un primer momento me di cuenta de las diferencias entre el juego alemán y el español y prácticamente en seguida me quedó claro que nosotros hacemos un deporte y ellos juegan a un juego. Sólo con esa frase ya me decanto por el estilo español, pero me gustaría hacer unos cuantos apuntes sobre lo que vi en el torneo. Para empezar, la ausencia total y absoluta de una penalización cuando se comete una infracción. Te dicen que es porque apenas se cometen, pero es la mayor mentira que me han dicho nunca. Se cometen A CASCOPORRO. La solución que le ponen a todo es la repetición de los puntos en los que se ha cometido alguna infracción que, a juicio del árbitro, haya interferido en el punto. Ese concepto nos lleva de nuevo a otro problema, la falta de objetividad a la hora de aplicar una normativa. Sinceramente, me esperaba más de esa supuesta mentalidad cuadriculada alemana en la que todo funciona perfectamente como si fuera por engranajes. Es cierto que el sistema español tiene algunas carencias, pero para lo visto, funciona como la seda en comparación.
Un sistema normativo con esas carencias es muy susceptible de ser aprovechado por cualquiera que pretenda hacerlo, de modo que cualquiera que quiera sacar punta de esos agujeros por los que hace aguas el Jugger, lo puede hacer fácilmente.
Todo esto ya venía pensándolo (y lo hablé con algunos compañeros de expedición española) antes de los cuartos de final, pero ese partido fue el culmen de todo lo que pensaba (y temía) que podía suceder. Un partido que, por lo visto, el año pasado fue parecido, aunque se saldó con victoria para Pollos, esta vez resultó en derrota. Una derrota que venía precedida de un bombardeo constante, en palabras de Hugo: "Nos han bombardeado todo el torneo hasta que han conseguido hundirnos". Os aseguro que la frase hace honor a la realidad. Durante todo el torneo sufrimos repeticiones de puntos de todos los colores y sabores. A modo de ejemplo, pondré una que sufrí en mis propias carnes: El otro corredor tira el jugg fuera del campo, unos dos metros. Servidor hace un gesto al base y saca un pie fuera del campo para poder coger el jugg de fuera y seguir con el punto, del que quedaban unas cinco piedras y que podía perfectamente ser punto nuestro. Cuando ya empezaba a esprintar para ello, el árbitro me para para decirme que me había salido del campo y repite el punto por ello. Ante mi explicación, que consistía en que "el jugg estaba fuera del campo y eso me permite salir a cogerlo", su respuesta fue que "no estaba lo suficientemente fuera". Ese es el nivel. Si en el reglamento alemán se incluye ese concepto de "suficientemente fuera", me parecería bastante mal. Si no, me parece que alguien no quería que marcásemos ese punto. Pues ese es el nivel y de ahí viene todo.
En total, en todo el torneo, calculamos unos quince puntos repetidos, prácticamente todos en contra. Comprendería que pueda haber alguna, dos, tres, en todo el torneo, pero no creo que haya jugado con un equipo tramposo. Y tengo las manos limpias cuando lo digo, he jugado mil veces contra Pollos y puede que alguna vez se les pueda haber escapado algo, alguna cuenta, algún golpe, pero para nada considero que sean un equipo sucio como para bajar a dos de ellos cada punto. En cualquier caso, yo tengo muy claro lo que vi en los partidos, el que me quiera creer, que lo haga y el que no, que vea los vídeos, si es que los suben.
Francamente, lo que vi me pareció una caza de brujas en toda regla. Esta visión quedó acrecentada cuando, ante la petición de Verracos tras ver nuestro partido de cuartos de final, la organización decidió que los arbitrajes se iban a mover de rama, esto es, que el equipo que esperaba en la siguiente ronda no arbitraría a los equipos que se disputan esa plaza, lo cual no sucedió en la ronda anterior. Sinceramente eso me parece de muy poquita seguridad jurídica y me sentó como si se hubieran dicho "Vale, ahora que hemos evitado otra final española, vamos a volver a hacer las cosas según la lógica". Quiero creer que esto no fue así, que se debió a un error organizativo, una casualidad o simplemente no pensaron en ese detalle, pero no me gustó un pelo lo que vi allí.
También hay que reconocer que nuestra actitud no fue del todo correcta en ese partido, que nos pusimos demasiado nerviosos, que nos sacaron de nuestras casillas y que entramos a su juego, donde acabaron por ganarnos. Siempre que se plantea un rival de estas características los consejos son los mismos: pega más fuerte, no entres a su juego o, si entras, haz las trampas mejor. Los toros se ven muy bien desde la barrera, pero hay que estar ahí para capear al miura. Si no puedes pegar fuerte porque te ponen un warning, si no puedes jugar más agresivo porque te amenazan por juego peligroso, si no sabes fullear...estás jodido.
En cualquier caso, caímos en cuartos de final. Quizá un resultado pobre para un equipo que venía de quedar segundo, con un equipo algo más potente, eso sí. De todos modos, fue un placer jugar con todos ellos, tal y como esperaba.
A nivel individual, para no perder la costumbre, sigo creciendo después de haber tocado fondo hace casi un año, tanto física como mentalmente. A pesar de haber tenido un agosto complicado con las secuelas de la Summer persiguiéndome hasta la semana antes del torneo, pude llegar bastante bien de físico y cada vez me voy encontrando más rápido, más ágil y más fuerte en el campo, lo cual, unido a la experiencia que ya tengo, hace que cada vez me encuentre mejor en el campo y me salgan más cosas. No es que tuviese un papel fundamental en el resultado de ningún partido (prácticamente todos los puntos en los que Felipe o yo hicimos alguna jugada buena fueron anulados), pero sí creo que se dio la talla.
Por último, me quedo con el detalle de Verracos y Sapos de estar ahí animando y aconsejando cuando la cosa estaba chunga. Estoy seguro de que el DM de Hipnosapos da también para otra entrada así y, en cuanto a Verracos, poco más que decir aparte de que ganaron el torneo muy merecidamente, que Álvaro cada día es más bueno, que Julio partía rivales como mantequilla, que Lobo está a un nivel inmenso y que hay poca gente en el Jugger español que mueva equipos como lo hace Bambi. Cuando tienes conjunciones así, es difícil que te ganen, incluso fulleando.