lunes, 8 de agosto de 2016

Impresiones Summer Cup Cantabria

Supongo que todas las grandes historias comienzan con una gran introducción. Esta no lo es y, por tanto, su introducción es una mierda como la que estáis leyendo. Voy a empezar a cogerle el gustillo a escribir cosas que no llevan a nada para trollear al lector, que sigue leyendo este párrafo sin saber que no va a tener ningún sentido.

Vamos ya a lo serio, la Summer cántabra, la Summer 2.0 o "el torneo de la discordia". Hubo mucha polémica con el hecho de enviar tan a tomar por culo lejos un torneo que tradicionalmente había sido de Valencia. Creo que ya era tiempo de que el norte tuviera su gran torneo y, en mi última entrada, dejé abierta la competición entre el T'Estiu y la Summer. Hoy vengo a resolver esa competición en favor de Cantabria, no sólo por el hecho de tratarse de un torneo de dos días, con más equipos y más presupuesto y más melones, sino por el hecho de contar para el Ránking, ya que nos hemos encontrado con que los que fuimos al T'Estiu para no caernos de la Masters no obtuvimos ni un mísero puntillo. Cantabria wins.

En cuanto a la organización, tuve la oportunidad de hablar regularmente con algún pezzonovante de la organización del torneo, que me iba comentando cómo iba la cosa. Por mi parte, apenas tengo quejas sobre ello. El sistema de torneo estuvo bien, los horarios se cumplieron perfectamente, los partidos se jugaban rápido, las duchas estaban a una temperatura maravillosa y la llovizna de las primeras horas del sábado hizo de los primeros partidos algo muy épico y fresquito. Quizá por mis raíces vascas, adoro ese clima de cielos encapotados, lluvias constantes y poco sol, en contraste con el agobiante calor de Valencia, Alicante y Murcia. En resumen, que muy bien organizado. GG Cantabria.

A nivel ya particular, para Midnight el torneo se transformó en odisea desde el primer minuto. Todo comenzó el viernes a las 12 de la mañana, hora a la que debíamos salir de Santa Pola para llegar a Alicante, lugar desde el que partiría el autobús a las 13:00. El plan era que un servidor llevaba a medio equipo y el padre de Emi al otro medio, así que salí de casa en dirección al lugar en el que había aparcado mi coche. ¡Qué sorpresa me llevé al descubrir que no estaba allí! Después de recorrer medio pueblo pensando que me había vuelto loco y no recordaba haber cogido más el coche, decidí dejarlo correr y avisar a Cristian para que nos llevara. Por suerte, pudimos llegar a Alicante a tiempo para comenzar el largo viaje hacia Cantabria. Durante el mismo, mis padres me dijeron que habían encontrado el coche, que yo ya pensaba que me habían robado. Resulta que por unas obras cerca del lugar donde recordaba haberlo aparcado, la grúa me lo había movido a otro sitio, así que pude respirar tranquilo.

En este momento tenemos que aportar la siguiente información para entender muchas cosas: el estado del equipo con el que íbamos al torneo no era del todo bueno. Kevin no podía venir porque trabajaba, Kike se tenía que quedar con su abuela y Cristian tenía un examen y había dejado el Jugger, igual que Jose, con lo cual tuvimos que tirar de cantera por segunda Summer consecutiva, llevando a Butty como único kette. Para más inri, hace dos semanas Miguel Ángel tuvo un esguince de tobillo del que todavía se estaba recuperando, así que podemos decir que íbamos prácticamente en cuadro. 

Ahora que estamos ya puestos en antecedentes será más fácil explicar lo que pasó, sobre todo el sábado. Nos tocó, por lo visto, el grupo más complicado de todos, con Fianna con refuerzos y unos Desertores en plena forma, además de Els Gegants y Espantapájaros. El primer partido fue contra estos últimos, en el que tuve la mala suerte de pisar mal al marcar un punto y resentirme de un viejo esguince mal curado de hace más de un año, lo cual, aunque no me dificultaba mucho el correr hacia delante, sí me impedía girar hacia la derecha, así que acabé viendo las estrellas cada vez que lo tenía que hacer. A pesar de todo, ganamos el partido aunque salimos algo dormidos, para no perder la costumbre.
El segundo partido fue el de Fianna, que iba a ser uno de los complicados del día. Nos salió un partido regulero y nos lo pusieron muy complicado, pero pudimos sobreponernos y ganar, creo que de dos puntos.

La verdadera cagada del torneo fue el tercer partido, el de Desertores. Salimos bastante fríos después de la tensión del partido de Fianna y quizá excesivamente relajados, así que Desertores nos hizo lo que acostumbra a hacernos FDK y nos arrasaron en la primera parte, 7-1, si no me equivoco. Esa renta ya era casi imposible de remontar y, aunque lo intentamos y mejoramos bastante el juego, ya no pudimos más que maquillar el resultado. La primera vez que nos gana Desertores. ¿Las causas? Lo cierto es que no supimos reaccionar nada bien a la clase de partido que propusieron, quizá debimos mover a nuestro kette al centro para ralentizar el avance y parar el partido, pero entre que nos pudo el orgullo y la cabezonería de intentar implantar nuestro juego y que al pobre Butty no le salía nada, decidimos jugar sin kette el resto del partido. Desgraciadamente, jugar sin kette es una desventaja demasiado grande, por lo general.

La derrota sentó fatal entre nuestras filas, evidentemente, así que con el orgullo herido hicimos que Els Gegants pagaran el pato de la derrota y nos desquitamos con un 16-1, creo recordar. La suerte fue que no nos vinimos tan abajo como temía tras perder con Desertores.

La segunda fase de grupos ya iba condicionada con el hecho de que ya no éramos cabezas de serie y nos iba a tocar jugar contra un coco en la siguiente fase. El coco, en este caso, fue Magnethopollos, que nos pasó por encima de mala manera con un 12-3 puto Hugo. Tampoco pudimos hacer mucho más en ese partido, lo cierto es que sin el temor que infunde Kevin en los corazones de sus enemigos, sin la movilidad de Cristian y sin las variantes que te ofrece tener un kette zurdo, no estamos en condiciones de plantarle cara a ningún equipo fuerte, qué le vamos a hacer.

El otro equipo al que tuvimos que ganar fue CJ, viejos conocidos de dos de los tres últimos nacionales. Nos costó, pero lo conseguimos, así que llegamos al domingo clasificados como segundo y a la espera de rival de entre los restantes primeros, lo cual no auguraba nada bueno. Rezamos y rezamos por un rival asequible de los que podía haber, pero la diosa Fortuna tuvo a bien endosarnos a los FDK, que si bien tampoco iban en las mejores condiciones, sí eran superiores a nosotros sobre el papel.

De ese partido podría hablar largo y tendido, pero preferiría esperar al vídeo para saber lo que realmente pasó en algunas jugadas que no pude ver bien. Lo que está claro es que tuvimos que forzar dos veces un jugg de oro y que dicho jugg de oro lo perdimos, así que caímos en octavos de final, igual que el año pasado. Otra vez contra FDK...este año nos están haciendo la vida imposible malditos pavos.

A partir de ahí quedaban los partidos que nadie quería jugar, pero que suponen una gran diferencia en la clasificación, así que había que hacerlo. Para empezar fuertes, nos tocó Desertores de nuevo. Decidimos que no nos iba a pasar lo mismo que en el partido anterior y, además de salir mucho más tensos y fuertes, llevamos el partido a un terreno en el que no solemos movernos bien, pero tenemos que empezar a practicar. Al final el partido terminó por acumulación de graves de Desertores, así que ganamos. En este torneo he empezado a poner en práctica esa versión de mi mismo que se ha dado cuenta de que siempre se cazan más moscas con un poquito de miel. En este caso las moscas son los árbitros y la miel son las graves al otro equipo. Por desgracia, para conseguir que los árbitros se fijen bien en las jugadas hay que insistir un poquito, si no, te toman por el pito de un sereno. 

Tras esa victoria nos enfrentamos a Tribu Mahud, de los cuales dije hará un año o así que iban a estar peleando con los TOP muy pronto. Por lo visto no me equivocaba. Nos ganaron en el jugg de oro de un partido que controlaron muy bien en todo momento y en el que nos hicieron bailar a su son todo el rato. Nuevamente salieron a la luz las carencias tácticas que teníamos y las explotaron al máximo. A pesar de la derrota, creo que fue el partido que más disfruté, por la igualdad, la limpieza y el buen rollo. Grandes esos cartageneros.

Para el último partido ya sólo nos quedaban 5 jugadores que podían seguir jugando, así que nos enfrentamos a Rampage ya con ganas de terminar con la tortura que estaba siendo el torneo. Me da la sensación de que ellos pensaban lo mismo que nosotros, así que pudimos ganar de bastante más de lo que me esperaba. Tengo que decir que fue un partido muy divertido, eso sí.

A nivel individual, salvo algún error aislado (recuerdo uno contra Tribu que creo que nos costó el partido), creo que jugué bastante bien para haberme jodido el tobillo en el primer partido. Como ya he dicho, sólo me impedía girar a la derecha, pero estoy volviendo a poder dejar sentados y atrás a muchos pompfers, lo cual hace tiempo que no pasaba. Parece que voy dejando atrás los fantasmas de la Masters y volviendo a tener confianza para ser determinante.

También me gustaría agradecer el gesto de Felipe, de Pollos, al querer darme una de las medallas que consiguieron. Se la rechacé, evidentemente, porque no me siento bien llevando una medalla que no he ganado, pero se agradece mucho el gesto.

Por último, quiero volver a incidir en la capacidad de recuperación moral que tuvimos tras las derrotas (que fueron bastante más de las que estamos acostumbrados a tener normalmente). En los años que llevo jugando he visto de todo entre compañeros de equipo ajenos, desde el típico jugador que echa broncas a los demás sin pensar que, a lo mejor, el error es suyo hasta el que raja de lo malo que es el que tiene al lado con el de enfrente. Creo que podemos estar orgullosos de que, cuando perdemos, todos o la mayoría de nosotros asumimos nuestra parte de culpa de igual modo que hablamos sobre lo que ha fallado sin pelos en la lengua. Además, cuando vamos a los torneos, casi todo lo que hacemos lo hacemos todos juntos, sea ir a cenar, sea romper melones a cabezazos o sea darle vueltas a Luchi en un columpio.

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